Comedia ilustrada

De Páginas de cine
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Reseña

Comedia Ilustrada se presenta desde el diseño de tapa como una revista dedicada al teatro, la radio y el cine. Las fotografías de astros del espectáculo que inauguran cada número y un precio accesible, definen su perfil de alcance masivo y popular. En el transcurrir de sus páginas en blanco y negro, una gran cantidad de imágenes, fotos e ilustraciones hacen honor a su nombre y despliegan un importante trabajo en el detalle y la decoración gráfica. La escasa extensión y profundidad de los artículos prevén una recepción ávida de entretenimiento y dispuesta a llevar adelante una lectura rápida y superficial. También es posible advertir el nivel socio-económico medio del público al cual se dirige, a partir de los rubros publicitados tales como: casa de fotografía, sastrería, joyería, perfumería y consultorios médicos.

El discurso editorial fluctúa por un variado tono argumentativo, entre duras inquisiciones acerca de distintos temas (las modificaciones realizadas a la ley de propiedad intelectual o el precio de entrada a los cines) y comentarios de carácter insustancial, opiniones ligeras y sin fundamento.

La revista sumerge al lector en el mundo del cine de la década del treinta, a través de reportajes a las figuras más populares y mediante secciones fijas tales como: Las mejores películas que podrá ver durante la semana, que funciona como cartelera semanal; o Críticas sintéticas, donde se desarrolla un análisis crítico de diferentes films, en su mayoría de origen norteamericano. Se trata de una breve elaboración descriptiva que utiliza ciertos adjetivos calificativos (bueno, irregular, discreto) como procedimiento para la elaboración de apreciaciones basadas en juicios de valor.

La revista presenta por un lado, reflexiones acerca del hecho cinematográfico desde una postura crítica que concibe al cine "no (como) arte en sí, sino reflejo del mismo"; y propone al teatro como la disciplina "en donde no son permitidas las falsedades que sabe endilgarnos el cine" (N° 108).

Por otro lado, se observa un amplio apoyo a la industria, a través de notas como la firmada por Jorge F. Sergi, donde insta a la Sociedad de Empresarios Cinematográficos y a la Asociación de Exhibidores de films a "velar por el prestigio y la popularidad del espectáculo cinematográfico" (N° 100). Esta defensa del cine no sólo se manifiesta desde el punto de vista comercial, sino también en cuanto a sus aspectos estéticos, mediante la denuncia del manejo deliberado de los films para la realización de los ‘Programas Colosales’ (en los cuales se proyectaban hasta 4 películas por función) "que sólo conducen a estragar el buen gusto del público, a ahuyentar de sus salas al espectador inteligente y verdadero admirador del cine, (...) destruyendo la obra artística del séptimo arte" (N° 101).


Ficha técnica

Director José P. Villanueva
Editorial Talleres Gráficos “R.B.P.”
Domicilio Maipú 245
N° de Propiedad Intelectual
Formato 26,50 cm x 36 cm
Secciones Fijas Editorial. El dialoguito de la semana. Sin ánimo de ofender. Críticas sintéticas (de cine y de teatro). Programación de Radio. Cartelera de Teatro. Noches de Smocking. Gráficos de la semana. Chimentos. Carreras de caballos. Últimas expresiones de la canción típica.
Columnistas Alejandro J. Berrutti, O.F.S., Fox, Antiplauss, Sebastián Guerrero, Nicolás Rego, Enrique Gustavino, Dora Lima, César Tiempo, Jorge Sergi.
Auspiciantes Consultorio Médico “Comedia”, Casa Bustamante (Yerbas medicinales), Casa Rueda (Óptica, relojería, joyería), Fotograbados Vaca Hnos., Ginebra Bols, Confiterías OMS, Peluquería Cucurullo, Dr. Baro (Médico Cirujano), Juguetería Argentina, Sastrería Stambler, Casa Lázaro Costa (Servicios de calidad), Modas “Angeloquim” (medias, guantes, fabricantes de carteras), Clínica Canale de kinesiterapia.
Periodicidad Semanal
Años de publicación 1933
Ubicación en repositorios BIBLIOTECA NACIONAL:1933/ (16) (Relevamiento 2003)

Referencias

Carlino, Andrea (2003). Comedia ilustrada. En Kriger, Clara (dir.) Páginas de cine. Buenos Aires: Archivo General de la Nación (Pp. 73-74).

El texto original de esta entrada es una transcripción del artículo citado de Carlino.