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Spadaccini, Silvana (2003). Cinegra. En Kriger, Clara (dir.) ''Páginas de cine''. Buenos Aires: Archivo General de la Nación (Pp. 65-68).
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Spadaccini, Silvana (2003). Cinegraf. En Kriger, Clara (dir.) ''Páginas de cine''. Buenos Aires: Archivo General de la Nación (Pp. 65-68).
  
 
''El texto original de esta entrada es una transcripción del artículo citado de Spadaccini.''
 
''El texto original de esta entrada es una transcripción del artículo citado de Spadaccini.''
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Última revisión de 09:48 8 may 2015

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Reseña

Cinegraf es una revista mensual de editorial Atlántida fundada en 1932. Su director es Carlos Alberto Pessano. Se trata de una edición de muy buena calidad, la tapa de fondo plateado con líneas geométricas de colores, que presenta fotos de estrellas hollywoodenses, remite a un diseño art decó. El interior también es de gran calidad, con muchas fotografías de estudios como Hurrell, Lippmann, Bachrach, ilustraciones, y caricaturas.

Basa su contenido en información sobre las estrellas de los grandes estudios, la situación del cine europeo, sobre todo el alemán, backstages de filmaciones y enseñanzas para aficionados sobre como realizar buenas filmaciones caseras. La mayor parte de la información es proveniente de Hollywood, se encuentran notas enviadas especialmente para la revista de corresponsales extranjeros o argentinos radicados en Estados Unidos. Es información bastante banal, en pequeños párrafos generalmente acompañando las fotografías. Se encuentran muy pocas notas extensas y casi no hay firmantes. Las críticas de las películas son de tipo impresionista más que de análisis, en los primeros años esta sección está firmada por Mickey Mouse, lo que da una idea del tipo de comentarios realizados. Se deja ver una fuerte postura acorde a la moral y las buenas costumbres propias de la época tanto en lo anecdótico (como pueden ser las fotos de estrellas con sus familias), como en los comentarios acerca de los contenidos de los filmes donde llegan a hablar de “los responsables de la vulgaridad de las películas”.

A partir del año 1934 en una sección dedicada a mostrar paisajes naturales de todo el mundo se comienzan a promocionar paisajes de Argentina y se incentiva a la industria a incorporarlos en las películas. En su cuarto año de publicación se comienzan a notar algunos cambios en el diseño, aunque la información sigue siendo similar. Para esta época también aparecen las primeras fotos coloreadas en la tapa y en el interior de la publicación.

Entre los auspiciantes se encuentran casas de belleza como Coty, Lux, Guerlain, casas de alhajas y de indumentaria. Estos anuncios señalan al público de clase media alta como receptor ideal, siempre ávido de conocer el mundo de las estrellas y lo último en moda y decoración. Una de sus secciones fijas está dedicada a la moda, se titula Así visten ellas, y también suelen aparecer notas dedicadas a mostrar los interiores de las viviendas de actrices y actores.

El caso de la revista Cinegraf es bastante particular dado que, como hemos mencionado, la mayor parte de la información es de la industria internacional, pero sus editoriales se refieren casi exclusivamente al desarrollo de la industria local. Se percibe en estos editoriales una postura inclinada hacia el nacionalismo desde su aparición que coincide con el florecimiento de la industria. Así, la publicación comienza a tratar el tema ya desde su primer editorial, dejando en claro las ideas sobre lo que debe ser el cine nacional: “Por eso confiamos que el tan zarandeado ‘cine nacional’ sea pronto una realidad espléndida. Con directores y expertos que olviden de una vez al gaucho inverosímil, al ‘lirio del dancing’ y a la bandera explotada en demasía; con intérpretes que nunca hayan pertenecido al teatro ni alimenten pretensiones de ‘estrella’, hallaremos la patria más hermosa que nunca”.

En las críticas de los films nacionales, se los juzga, por lo general, de manera lapidaria por no ser dignos de una incipiente industria, si bien algunas películas son elogiadas y presentadas como ejemplo. En el número 53, en la sección Del cine nacional se denuesta a la película Ayúdame a vivir (José A. Ferreyra, 1936), como suele suceder con todos los films relacionados con el tango, y se rescata en Poncho Blanco (Francisco P. Donadío, 1936) “(l)a ausencia de rijosidades, el haber descartado la fructuosa explotación de un cantante y el no haber incluido esas payasadas que arrancan la carcajada grosera de ciertos sectores de amplio público, para quienes se sirven, y la inexistencia, en general, de los comunes recursos comerciales que imperan en todas las películas locales...”.

Con la aparición del sonido en el cine, la revista denuncia el uso del mismo para hacer teatro filmado y sentencia: “Ahí está el cine. En el relato genuino, que nazca de un tema apropiado a sus medios; que se sirva de la voz y de la música como un complemento, pero nunca como un fin, para constituir el espectáculo sin ataduras a preconceptos - porque todo cabe en él – sin sujeción a trabas nacidas de la elección de asuntos, de actores, o de empresas, sino al criterio personal y libre del realizador.”

Ocupa parte de sus editoriales el tema del subtitulado, visto como un elemento más que dificulta el entendimiento para el público, ya que se suma a la comprensión de la imagen y del sonido. Por ello, se reclama desde las líneas editoriales, el “conocimiento de la ortografía y concepto de la síntesis en la redacción de los títulos”, con el fin de “conseguir para el público argentino culto el espectáculo que se merece”.

A favor de los actos de censura, a los que considera necesarios como forma de preservar la integridad y dignidad de lo nacional, ve con beneplácito la medida tomada por el ministro de Panamá que obligó a suspender la proyección de un film para “impedir que fueran heridos los sentimientos de un país amigo a través de escenas donde estaban reflejados falsos ambientes.”, y reclama el mismo accionar por parte de las autoridades argentinas, que permiten que se realicen “absurdas producciones donde se ridiculiza al país”. (Nº 2)

En el editorial del número 53 se festeja la ley que crea el Instituto Cinematográfico Argentino cuya tarea será el control y desarrollo de una industria nacional digna y ejemplar. De la relación del director de la publicación, Carlos Pessano, con Matías Sanchez Sorondo (responsable de la redacción de la primera Ley de Cine, inspirada en las correspondientes a países como Italia y Alemania) resultará su posterior nombramiento como primer director de dicho Instituto de Cinematografía, hecho que comenta el editorial del número aniversario del primer lustro: “Cuando el cinematógrafo argentino comenzó a tomar cuerpo, la revista midió la importancia y la responsabilidad de su palabra. Fue iniciada una campaña de comentarios constructivos, absolutamente desapasionados, pero severos e incisivos. De su autoridad y acierto habla el nombramiento por el Gobierno de la Nación del director de Cinegraf al encomendarle la orientación de todas las actividades cinematográficas de la Argentina. Cinegraf ha sido y es, en este sentido, el órgano propulsor de un movimiento de producción autóctona cuyas proporciones aún no se calculan y que colocará a Buenos Aires al frente del arte y de la industria de películas para los pueblos de habla española”.

El caso Cinegraf sirve como ejemplo y registro del pensamiento de la burguesía de una época, no tanto si tomamos sus particularidades por separado sino en el encuentro de las mismas, en la conjunción de la información más bien banal de su contenido y de la fuerte postura conservadora de sus editoriales y comentarios.

Ficha técnica

Director Carlos Alberto Pessano
Editorial Atlántida
Domicilio Azopardo 539
Nº de Prop. Intelectual
Formato 24 cm × 31 cm. Tapa plateada con fotos. Interior blanco y negro de gran calidad con fotografías y dibujos
Secciones
Fijas Primer plano, Así visten ellas, Mientras se filma, Yo crítico, Así opinan de lo que vemos, Al lado de las estrellas, Las escenas que no serán proyectadas, El cinematógrafo de unos pocos, ... Y le contestamos, Material corto, La cámara sobre..., Placas rápidas
Columnistas Roberto Moro, Carlos Borcosque, Juan Oscar Ponferrada, Dora Luque Legrand, Multimani, Fernando Rondón, Mickey Mouse, Angulo Decamara, Sergio Villamil, César F. Marcos, Henry Niger, Luis Abascal, Mario Luis Bernanos, Gilberto Souto
Auspiciantes Ocacia cremas, du Maurier filtros, Bagley, La Royal alhajas, Warrington, Casa América, Guerlain, Bayer, Teofani cigarrillos, YPF, Norby, Gath & Chaves, Suchard, Siam, Coty, Lutz Ferrando
Periodicidad Mensual
Años de Publicación 1932-1937
Ubicación en repositorios MUSEO DEL CINE: 1932- 1933- 1934- 1935- 1936/ 1937/ (65) (Relevamiento 2003)

BIBLIOTECA NACIONAL: 1936- (12) (Relevamiento 2003)

ENERC: 1933/ 1934/ 1935/ 1936/ (25) (Relevamiento 2003)


Referencias

Spadaccini, Silvana (2003). Cinegraf. En Kriger, Clara (dir.) Páginas de cine. Buenos Aires: Archivo General de la Nación (Pp. 65-68).

El texto original de esta entrada es una transcripción del artículo citado de Spadaccini.